-SÍNDROME DE MENIERE-.

Se le conoce como Síndrome de Ménière o vértigo de Ménière y provoca síntomas como vértigos, zumbidos, silbidos, dolor o presión en uno de los oídos, El origen está en un aumento del líquido endolinfático en el oído interno afectado por este trastorno. Es una de las causas habituales de pérdida de audición.

Puede afectar a cualquier persona, pero este tipo de síndrome se presenta más habitualmente entre los 20 y los 50 años. Es un trastorno con un complicado diagnóstico y acostumbra a degenerar en una perdida auditiva por lo que es preciso realizar el seguimiento adecuado. Su día internacional es el 7 de febrero.

Síntomas de este tipo de Síndrome:

El aumento del líquido endolinfático en el oído interior se manifiesta de diferentes maneras, aunque siempre sólo en un oído. Los síntomas principales son:

• Vértigos y mareos.
• Acúfenos, zumbidos o pitidos en el oído.
• Hipoacusia o pérdida temporal de audición.
• Esta perdida tiende a recuperarse entre las crisis, pero con el tiempo tiende a agravarse.

No existe una prueba definitiva o un síntoma concreto inequívoco para diagnosticar de manera infalible este síndrome, así que a los médicos especialistas se ven obligados/as a basarse en la historia clínica de los pacientes y a valorar diferentes síntomas y factores. Los indicios más habituales a costumbran a ser:

• Dos o más episodios de vértigos prolongados.
• Zumbidos o silbidos en el oído.
• Pérdida de audición durante las crisis.
• Sensación de que el oído está lleno.

Causas de este Síndrome:

Se desconocen las causas exactas de l enfermedad. Se sospecha que los ataques de vértigo y la hipoacusia que ocurren son causados por un aumento de la presión del líquido en la cóclea del oído interno.

Se cree que esto causa pérdida auditiva y zumbidos en los oídos. Lo que no se entiende aún es como se produce el exceso de líquido.

Los expertos también sospechan que este tipo de enfermedad puede ser causada por un virus, que puede afectar al oído interno. El oído interno está ubicado cereca del órgano de equilibrio, y por ello la inflamación puede causar mareos.

Cabe destacar que los acúfenos y los mareos también pueden surgir de manera diferente. No siempre tiene que ser debido a esta enfermedad. Se recomienda consultar a un especialista.

Entre las otras posibles causas no demostradas hay:

• Alergias 
• Factores hereditarios
• Migraña
• Heridas en la cabeza.

Generalmente este tipo de síntomas lo diagnostican y tratan los otorrinolaringólogos, que es el médico especializado en trastornos del oído, nariz y garganta. Sin embargo, para hacer un correcto diagnóstico, no existe una prueba definitiva o un único síntoma que puedan servirle como prueba de que existe la enfermedad. Para realizar el diagnóstico se basa en la historia médica de la persona y la presencia de otros factores tales como:

• Dos o más episodios de vértigo de 20 minutos.
• Zumbido, rugido o silbido en los oídos.
• Pérdida temporal de audición.
• Sensación de que el oído está lleno.

Aún no ha y una cura para esta enfermedad, por lo que el tratamiento combina la terapia médica y la de comportamiento. Los fármacos, el control de la dieta, la reducción de la ingesta de sal, la mejora de los hábitos alimenticios y el control de los estados de ansiedad, son medidas muy comunes.

Estos tratamientos tienen un efecto positivo en el control y alivio de los síntomas en un 85% de los pacientes. Su curso y evolución es impredecible y varía mucho de una persona a otra. El mareo constante conduce a la incertidumbre y la ansiedad entre los pacientes. Un ataque de mareo puede ocurrir sólo una o más veces.

La enfermedad es muy estresante porque no es posible predecir cuando ocurrirá el mareo sucesivo. Puede aparecer después de unos días y semanas o incluso años. Puede perjudicar la vida cotidiana o incluso reducir significativamente la calidad de vida, ya que existe un temor constante a nuevos ataques.

El estrés también favorece episodios de vértigo. Estas personas se retiran cada vez más a una vida privada y la disminución del ocio y tiempo libre. 

Es positivo que los ataques de mareos disminuyan en el curso de la enfermedad, pero la pérdida auditiva aumenta con el tiempo, y algunos pacientes llegan a no oír para nada el oído afectado.

En pacientes con este tipo de síndrome, existen profesiones que necesitan un excelente sentido del equilibrio que deben interrumpir temporalmente : piloto, conductor de autobús.

Un audífono puede resultar de gran ayuda.

La pérdida de audición puede conducir a una menor calidad de vida. 

Los afectados/as a menudo sufren en un entorno social debido a la mala audición. Los audífonos pueden contrarrestar estos problemas. Pero el suministro de audífonos es difícil debido al curso de la enfermedad y a la capacidad auditiva fluctuante, ya que se necesitan ajustes regulares.

Estos pacientes, a menudo, sufren de sensibilidad severa al ruido en el oído enfermo.

Se recomienda que se use un audífono y proteja su audición en situaciones ruidosas utilizando una protección auditiva personalizada.