-EFECTO UMBRAL: POR QUÉ SE NOS OLVIDA ALGO QUE IBAMOS A HACER-.

 

Esa sensación de ir a buscar algo y olvidarnos de ello pasados tan sólo unos segundos la hemos experimentado  todos/as, a mi me ocurre muy a menudo, se denomina "efecto umbral" y nos cuenta algunas cosas sobre como funciona nuestra memoria.

Acabamos de dejar un objeto en un sitio en concreto, y al segundo, ya se nos olvida dónde lo hemos dejado y nos volvemos locos/as buscándolo. Abrimos la nevera y no sabemos lo que íbamos a coger o en el armario lo mismo. Todos hemos ido a buscar algo y nuestro cerebro ha hecho una pausa y haga que nos preguntemos ¿ qué venía yo a buscar aquí? 

De camino hacia encontrar una de esas cosas, nos podemos topar con otras que llamen nuestra atención, quitando el foco de la acción principal, lo que hace que tardemos más de la cuenta en encontrar nuestra primera opción.

Así es cómo nos preguntamos si estamos perdiendo nuestra memoria, pero en realidad la neurociencia nos índica que estas situaciones son mucho más normales de lo que imaginamos. Lo que hace nuestra mente es priorizar una serie de datos por encima de otros. Estas micro-desconexiones de nuestra memoria no tienen nada de malo y sirven para explicarnos cómo organiza nuestro cerebro nuestros recuerdos, prioridades y objetivos. A esto se le llama como hemos dicho "efecto umbral" o "el modelo de horizontes de eventos".

El fenómeno de olvido se da sobre todo en instantes de multitarea o cuando tenemos muchas cosas en la mente., la cual está pendiente de muchas cosas.

En diversos estudios, los científicos se dieron cuenta que es más común olvidar cosas justo cuando entramos a otras habitaciones o lugares ( atravesar un umbral). Son esas situaciones en las que nos hacemos esas típica de pregunta de "¿qué es lo venía yo a hacer aquí?". Y cuál la razón de ello, pues es el cerebro quien prioriza la atención en cada momento y esto hace que olvidemos lo que hemos hecho con anterioridad, porque al cerebro sólo le importa lo que vayamos a hacer justo en el preciso momento.

El cerebro, para esta operación, realiza tres tipos de procesos o acciones:

• Codificar la información nueva. Hay que retener esta información novedosa para el cerebro y para ello se necesita atención y motivación.
• Almacenamiento. El cerebro tiene que procesar esos datos e integrarlos en la memoria.
• Recuperación o evocación. Aquí es donde aparecen los fallos, los errores y los olvidos.

Nuestra memoria se rige por prioridades y contextos, se prepara para retomar de forma rápida una serie de recuerdos y objetivos según el sitio en el que estemos. En la mayoría de las ocasiones el cerebro actúa en piloto automático. No ponemos atención a las cosas que hacemos o estamos diciendo y esto hace que la retención memorística sea deficiente.

La idea básica de todo esto es que al cerebro le resulta más fácil reunir información y recordar en el mismo punto en el que codificó por primera vez ese recuerdo y algo que diversos estudios también han comprobado ( doy fe de ello) es que cuando se regresa al punto de partida original conseguimos acordarnos milagrosamente de lo que habíamos olvidado o habíamos ido a buscar a otras estancias y más cerca de lo que creíamos en un primer momento.

Pero ¿ qué podemos hacer para mejorar nuestra memoria? Mejorar nuestros procesos cognitivos es posible, siempre que pongamos voluntad y realicemos una serie de cambios:

• Entrenar nuestra atención. Focalizarnos en lo que estamos haciendo en cada momento nos ayudará a recordar las cosas con una mayor efectividad.
• No a la multitarea. Si tenemos demasiadas cosas en la cabeza ( pensamientos, preocupaciones) es un riesgo para nuestra salud física y psicológica. Los pensamientos mejor de uno en uno, de forma calmada.
• Descansar bien. La buena memoria es aliada del buen descanso. Para que el cerebro almacene datos es preciso que descansemos lo suficiente.
• Ejercicio físico y mental. Nuestra memoria saldrá beneficiada siempre y cuando mantengamos el cuerpo y la mente activos. Salir a dar un paseo, aprender cosas nuevas cada día son tareas importantes para tal fin.

Aunque estos olvidos los podemos considerar comunes y normales, si vemos que estas fugas de memoria nos preocupan, no dudemos en consultar a nuestro médico o especialista, su opinión profesional siempre nos vendrá bien y nos dejará más tranquilos.