-SI TE CAES SIETE VECES, LEVÁNTATE OCHO-.

Tras una situación dolorosa, lo mejor es darse tiempo para afrontar el duelo. Es lógico que en esas circunstancias nos encontremos mal, pero con el tiempo es necesario que no quedarnos anclados en la tristeza y volver a levantarnos.

Camina, camina, camina, no te canses nunca de caminar, aunque te caigas levántate y continua. Es al poco tiempo de nacer cuando nos empiezan a enseñar a caminar y mantener el equilibrio, caerse significaba volver a empezar.

Angustia, depresiones, frustraciones, estrés...la vida está repleta de circunstancias que nos llevan de estar en lo más alto posible a llegar a lo más bajo. y ante tal situación, ¿ qué podemos hacer? ¿ rendirnos? la vida va continuar con o sin nosotros/as. Aunque parezca que todo está perdido, debemos continuar luchando, pues siempre hay esperanza.

Paulo Coelho ya nos decía: "lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él".

Es normal, que al principio de pasar por una mala situación, no tengas esperanzas ni ganas de nada, pero pasado un tiempo todo empezará a llenarse de luz. Es lógico que al principio lo veamos todo negro.

Uno de los problemas que puede afectarnos en esta situación es la depresión, un trastorno del estado de ánimo que puede hacer que nos sintamos tristes, decaídos y sin ganas de hacer nada, pero llegará el día en el que tienes que levantarte y continuar el camino, porque siempre hay una salida, siempre hay una esperanza.

Pasar por algo que nos hace sufrir realmente a veces, no es algo tan negativo como solemos pensar, sino sufriéramos dolor alguna vez, nunca superaríamos una situación que con el tiempo nos ayudará a ser más fuertes como persona. Tu instinto de supervivencia es el que impedirá que te dejes vencer.

Quizás ocurre esto porque las caídas duelen más que antes y las cargas son cada vez mayores, cargamos con heridas de otros desastres, con los huecos llenos de nostalgias y con algunas metas frustradas por las diversas equivocaciones. Todos/as nos equivocamos en nuestras decisiones en la vida, pero y ¿ cuál es el problema? Tenemos el derecho a equivocarnos. 

Nos hicieron daño, lloramos, echamos de menos lo que ya no puede ser, nos equivocamos, nos caímos, pero no pasa nada por ello. Caminar vale la pena aunque te caigas.

No existe ningún problema por equivocarnos. Somos humanos y como tales llegamos a nuestras metas acompañados de fracasos superados y de dudas y flaquezas que consiguieron hacernos más fuertes. 

"Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias". Constantino K.

Nadie nos salvamos de una caída emocional y me atrevería a decir que es necesaria porque su verdadero objetivo es enseñar a curarnos las heridas y rasguños y a seguir adelante.

Sí nos caímos es porque estábamos caminando. Merece la pena el riesgo de caerse por todas aquellas emociones que recibimos durante el resto del camino.

Caminar es lo importante, es encontrar el sentido por el que estamos en el mundo y darnos la oportunidad de crecer y creer en nuestros sueños, es hacer nuevos planes si nos fallaron los de antes, es saborear lo bueno y digerir lo malo que nos ha sucedido. 

Tenemos que caminar sin rendirnos, siempre podemos y debemos, siempre necesitamos también pensar en nosotros mismos/as y continuar.

Así, que podemos decir que ha llegado por fin el momento de levantarnos, pasado ese período de dolor y sufrimiento. Todos/as nos tropezamos con piedras porque el mundo está lleno de piedras y baches que hay que superar. 

La cuestión es, cuando te caes, pregúntate si te quedas en el suelo, no verdad, aunque pases vergüenza, coges y te levantas. 

"Si te caes siete veces, levántate ocho".

Los momentos más negativos lo que te permitirán es conocerte y saber cuanto tiempo necesitas estar sumergido en ese dolor y cuando será el momento en el que saquemos todas nuestras fuerzas y debemos levantarnos. 

No debemos darnos por vencido, no será la última vez en la que nos encontremos con un problema. Sufrir, caer es parte de nuestro camino, lo importante es seguir levantándonos.

Camina, que el camino cunde tanto que ni en cien vidas lo gastarás.