POR QUÉ MENTIMOS SEGÚN LA PSICOLOGÍA.

 

La capacidad de cambiar el relato de las situaciones constituye una característica del ser humano que utiliza en su beneficio propio, pero cómo y cuando empezamos a mentir:

El uso de la mentira no es propio sólo de los adultos, sino que comienza durante el período de la niñez.

Frente a situaciones que suscitan cierta dificultad, se suele utilizar el recurso de la mentira, para conseguir un objetivo difícil de conseguir si se hiciera alusión a la verdad. En la niñez es cuando empezamos a vincularnos con nuestro entorno más cercano y es entonces cuando empezamos a mentir. Pasado un tiempo esta cualidad puede trasladarse al ámbito escolar. Si se mantiene este tipo de pensamiento, la conducta de mentir puede asentarse en la edad adulta.

MOTIVOS POR LOS QUE LA GENTE MENTIMOS:

• Sentido de pertenencia: La idea de cambiar el discurso o las acciones puede estar orientado a formar parte de un lugar o de un grupo en particular. Las personas buscan un sitio que les brinde una identidad. Por esta razón, la mentira es un recurso a utilizar.
• Búsqueda de un beneficio: A veces los seres humanos consideran que es preciso apelar a la mentira para conseguir un beneficio, en lugar de responder con la verdad.
• Desconfianza hacia las personas: Quienes sienten una falta de seguridad e incertidumbre respecto a los demás, mienten para protegerse de los posibles daños y peligros del entorno social. 
• Miedo al rechazo: Las personas con temor a ser rechazadas, tanto por cualidades físicas como por personalidad, pueden hacer uso de la mentira. Mentimos para poder ser aceptados por la sociedad.
• Mandatos familiares: Los miembros de la familia son el referente que posee una persona a medida que vamos creciendo. Si en nuestro entorno se miente de forma habitual, se puede adoptar la mentira como patrón de conducta.
• Baja autoestima: La falta de amor propio y las inseguridades puede llevar a que alguien mienta para evitar que otras personas puedan percibir como es realmente.
• Evitación de castigos: Cuando alguien lleva a cabo una acción por la que pueda ser castigado, es posible que aluda a una mentira para eludir el castigo.
• Trastornos mentales: Algunas veces el uso de la mentira puede deberse a trastornos mentales. El diagnóstico debe ser precisado por un/a profesional de la salud mental que evalúe las condiciones de la persona.

EJEMPLOS DE MENTIRAS MÁS HABITUALES:

• Suspender un examen: Un alumno/a ha suspendido un examen, para evitar un posible castigo, le dice a sus padres que ha aprobado el examen.
• Ser infiel: Un hombre le ha sido infiel a su esposa ( o viceversa), dado que tiene un/a amante, sin embargo decide no decirle nada a su pareja para que la misma no sufra el consecuente desengaño amoroso.
• Mentir sobre las propias capacidades: Cuando una persona dice que sabe hacer cierta cosa. nadar, pelear, cocinar, pero en realidad no sabe hacerlo. En este caso la gente miente para quedar bien enfrente de los demás.