NO OLVIDES QUÉ PUEDES
Para ello necesitamos tener perseverancia, constancia y disciplina.
La perseverancia y constancia ayudan a conseguir objetivos y la constancia es un puente entre el deseo y la realización.
William Shakespeare dijo: "Si el hombre fuera constante, sería perfecto".
Muchas veces hemos oído decir a muchas personas: "lo mío no es suerte, es sacrificio, perseverancia y constancia. Vivimos en una sociedad donde el triunfo personal lo miramos con recelo y desconfianza. Todo ello es aplicable tanto al ámbito profesional como al personal.
Como dijo Confucio " la perseverancia mueve montañas".
Pero a menudo, el éxito y la perseverancia la vemos, como hemos dicho anteriormente, con recelo y cierta envidia.
Hay psicólogos/as que cuando hablas con ellos nos dicen que la empatía está sobrevalorada. La mayoría fingen sentirla pero pocas personas son las que llegan a conectar con ella y sentirla verdaderamente.
"Deseo que seas feliz, pero no más que yo".
Y aquí es donde empieza a surgir la envidia, que ya hemos hablado de ella en otro post.
Siempre criticamos más el éxito ajeno que evidenciar nuestras propias carencias. Lejos de admirar y aprender de las cualidades de otras personas, para ellos es mejor lanzar piedras contra ellos/as.
No debemos dejar influenciarnos por estos tipo de perfiles. Si de verdad queremos alcanzar nuestros objetivos debemos ser perseverantes y hacer oídos sordos a las posibles críticas que podamos recibir. Por eso, rodéate de gente que comparta tu felicidad cuando alcances algún triunfo o te ayude a conseguirlos.
Porque tienes derecho a empezar tarde, comenzar de nuevo, estar inseguro, actuar diferente, probar y fallar y aún así TENER ÉXITO.
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