-MITOS SOBRE EL ESTRÉS-

Existen falsos mitos en relación al estrés. Una de las creencias más populares es que siempre esta sensación es algo mala,, aunque en realidad, tener un poco de estrés a niveles saludables, puede ayudarnos a ser productivos.

EL ESTRÉS SIEMPRE ES ALGO MALO-

La Asociación Psicoanalítica Americana (APA) nos indica que esta emoción para los seres humanos es como " la cuerda de un violín", ya que si hay poca tensión, el sonido es apagado y sin afinación, pero si hay demasiada puede volverse estridente y la cuerda puede llegar a romperse.

La clave está en saber manejarlo, ya que un poco de estrés nos ayuda a ser más productivos y estar de buen ánimo pero, si el estrés no se controla, es realmente dañino.

NO SE PUEDE HACER NADA CONTRA EL ESTRÉS.

Es verdad que estamos viviendo tiempos muy difíciles, pero se pueden llevar a cabo algunas estrategias para no sentirse tan tensionado/a. Una forma de hacerlo es estableciendo prioridades y no intentar buscar una solución a todos los problemas de forma simultánea. 

En tiempos complicados, es mejor ponerse pequeños objetivos y mejor que sean a corto plazo.

SI NO HAY SÍNTOMAS NO HAY ESTRÉS.

Este es otro mito que puede dificultar en gran medida el correcto funcionamiento de las emociones. Disfrazar el estrés con medicamentos puede llegar a ser un obstáculo para ver los síntomas del estrés y ver los posibles trastornos en tu sistema tanto fisiológico como psicológico.

Por ello, de igual forma debemos prestar atención a los síntomas secundarios, como por ejemplo dolores de cabeza o la acidez estomacal, ya que esta clase de síntomas de manera repetida puede indicarnos que no estamos las riendas de tu vida y que necesitas ayuda profesional.

LAS TENSIONES NOS AFECTAN A TODOS/AS POR IGUAL.

Algunos factores que pueden producir estrés en algunas personas no lo hacen en otras. Cada persona responde de una forma diferente a las situaciones de la vida.

Es por ello, que no se debe encasillar a esta sensación como única y, por ello, tampoco hay una solución mágica para remediarla.

EL ESTRÉS SÓLO SE PRODUCE POR CAMBIOS O POR SITUACIONES TRAUMÁTICAS.

El estrés también puede producirse por tomar algunos medicamentos o sustancias adictivas. Entre los fármacos están algunos inhaladores para el asma, comprimidos para tratar la tiroides, comprimidos para perder peso o incluso algunos fármacos para combatir el resfriado.

Sustancias como la cocaína o incluso el tabaco, la cafeína y el alcohol pueden aumentar las manifestaciones del cuadro estresante.

COMBATIR EL ESTRÉS ES UNA TAREA ARDUA.

Combatir el estrés no siempre debe ser una tarea dura, ya que hay formas más saludables para manejar el estrés. El deporte es una de las mejores formas de combatir el estrés, además de disciplinas como el yoga, la meditación o el taichí. 

También clases de pintura, aprender a tocar un instrumento o escuchar música para relajarnos.

Hacer pequeños descansos durante la jornada de trabajo, reservar algo de tiempo libre cada día y disfrutar con familiares y amigos puede ser una gran terapia para sofocar el estrés.

SI LAS COSAS SE SOLUCIONAN, EL ESTRÉS SE ELIMINA.

En ocasiones, lo que puede parecer una tensión pasajera que depende del contexto, puede venir de un problema mayor, como por ejemplo, un trastorno de estrés postraumático, un trastorno obsesivo compulsivo o un ataque de pánico. Es por ello, que si persisten los síntomas del estrés por más de un mes, se debe recurrir a un especialista.

LAS TÉCNICAS PARA CONTROLAR EL ESTRÉS NOS FUNCIONAN A TODOS POR IGUAL-.

No disponemos de una solución mágica para mitigar el estrés y que sea eficaz, por ello cada persona deberá buscar un programa adaptado a sus necesidades y a su personalidad.

Por ejemplo, a todas las personas no les sienta bien las técnicas como la relajación y pueden preferir otras acciones como caminar o al realizar un trabajo manual.

EL ESTRÉS ES COSA DE ADULTOS.

El estrés no sólo puede derivar de las obligaciones y el trabajo: los niños/as también sufrir estrés, ya sea por cambios positivos, como comenzar una nueva actividad, o negativos, como la muerte de un ser querido o la enfermedad de un familiar.

Estas situaciones deben ser tratadas con el máximo cuidado para poder llegar a controlar y superar el estrés.