PROCRASTINACIÓN: NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS HACER HOY.

Luchar contra la desidia no es fácil sino sabes como hacerlo. Parece que cuando queremos emprender un nuevo proyecto llaman a nuestra puerta los fantasmas del miedo, la pereza, o quizás empecemos pero fácilmente nos quedemos en el camino.

Procrastinar es lo que conocemos más familiarmente como "dejar para mañana lo que puedas hacer hoy". Llenamos nuestro tiempo con actividades irrelevantes en lugar de hacer aquello que es totalmente preciso, y al final dejamos ese informe que debemos entregar siempre para el último momento, entregando cosas que podían estar mejor, y sin sufrir agobios y prisas.

Las dos preguntas que nos vienen a la mente son:

¿ Por qué se produce esta situación?

¿ Es posible emprender algo y no morirse en el intento?

• El cerebro. Nuestro cerebro, está compuesto por partes especializadas en diferentes acciones o sensaciones. En el cerebro hay una parte más dedicada al placer y otra más centrada en aquellas cosas que debemos hacer, y estos son el sistema límbico y el prefrontal. Cuando realizamos una acción como estudiar o trabajar necesitamos que el prefrontal tome las riendas, es el que nos hace empezar una tarea y continuarla. El sistema límbico, más emocional y placentero, empezará a luchar por ganarse un puesto en la conducta a realizar y nos hará descentrarnos una y otra vez. Y para ello utilizará todo tipo de estrategias, como la liberación de dopamina, un neurotransmisor que cuando es liberado, activa el circulo del placer cerebral. Es el mismo sistema que se activa en las adicciones. Aunque la dopamina liberada nos produce placer a corto plazo, la realidad es que a largo plazo nos sentimos ansiosos, abatidos y mal con nosotros/as mismos por no haber cumplido los objetivos.
• El experimento de la golosina: Parece que algunas personas son más proclives a procrastinar que otras. El experimento de Marshmallow nos enseña la reacción de varios niños al ponerles delante una gominola. La consigna es: si puedes aguantar hasta que yo vuelva, entonces te daré el doble de golosinas. Las reacciones de los niños/as son muy interesantes y divertidas. Mientras unos se comen el dulce inmediatamente, otros realizan  toda serie de actividades para controlarse. El autor descubrió que aquellos niños que lograron controlarse tuvieron más éxito en la vida adulta que los que se comieron el dulce al instante. El autocontrol, predice la capacidad futura de perseverar en conseguir objetivos, además de predecir una vida más estable y relaciones más duraderas. 

Entonces ¿estamos condenados a no ser personas resolutivas y eficaces? La respuesta es NO. El cerebro se puede entrenar, al igual que entrenamos el cuerpo en un gimnasio. Todos/as hemos sentido en algún momento desidia al empezar una nueva rutina de entrenamiento después de un largo período sin realizar deporte, pero al hacerlo de forma continuada cada vez iremos progresando. Pues con el cerebro nos pasa lo mismo y tendremos la misma sensación.

Algunos trucos y rutinas para superar la procrastinación son las siguientes:

• Dejar las lamentaciones: es el primer paso para empezar algo y continuarlo. Pensamientos como "no soy capaz" no nos ayudan a conseguir el objetivo. Debemos recordar las veces que hemos conseguido llevar a cabo algo con éxito y lo bien que nos hemos sentido por ello. Ya no haría falta quedarse en casa encerrado en casa por tener trabajo acumulado. Se podría compaginar el ocio con las obligaciones, y así, no tener que renunciar a nada.
• Planificar: Relacionado con el punto anterior. Si te organizas, ganas tiempo. Intentemos ponernos metas a corto plazo y fecha de entregas concretas. Haz un horario visible ( en colores), y colócalo en un lugar que otras personas puedan verlo. La presión del grupo hará que el objetivo a cumplir sea más sencillo.
• Ser realista. No intentes abarcar más de lo que puedas hacer. Al organizar el tiempo debemos ponernos metas pequeñas, fáciles de realizar y dejar tiempo para descansar, deporte, amistades... No sólo se trabaja en la vida, pero tampoco todo debe ser ocio. El truco está en una combinación de ambas cosas pero con responsabilidad. 
• Listas de tareas: Realiza una lista de tareas a seguir, aunque pueda llevar tiempo, al final es el truco para saber qué pasos debemos seguir y en qué momento. El placer de ir viendo las cosas realizadas servirá de estímulo para continuar cumpliendo objetivos.
• El móvil lejos de nosotros/as: Cuando trabajes, debemos intentar dejar las cosas que nos puedan descentrar: la comida lejos, la tv apagada, internet, el móvil...
• En los descansos, alarmas: Cuando vayamos a descansar, recuerda poner una alarma que marque nuevamente el comienzo de la actividad, e intenta colocar el dispositivo donde vaya a sonar cerca de la mesa de trabajo. De esta manera tendrás que levantarte del sofá o dejar lo que estés haciendo en ese momento.
• El orden, tu mejor aliado: Intenta que el lugar de trabajo esté limpio y ordenado, sin muchos estímulos que puedan distraer a tu cerebro de la tarea principal.
• Estar presente: esto es, tomar conscientemente la decisión de lo quieres hacer, y hacerlo. Si te llegan pensamientos de "5 minutos más" contrarréstalos con pensamientos de "no, ahora!, de modo que tu lóbulo  prefrontal domine a tu sistema límbico. Otra forma es realizar meditaciones o mindfulness al despertar por la mañana o antes de ir a dormir, así ayudaremos al cerebro a tener mayor capacidad de concentración y atención.
• Sólo 5 minutos: Los estudios de psicología han demostrado que comenzar una actividad con la idea de hacer "sólo 5 minutos" ayuda al cerebro a continuarla hasta acabar. Esto es debido a la ansiedad que genera el hacer una tarea. El cerebro necesita acabar lo que empieza, e igual que se vuelve adicto al entrenamiento físico una vez que empezamos a ir a un gimnasio, lo mismo sucede con nuestra actividad mental. Concéntrate en la actividad, empieza, y ya verás que continuas sin apenas darnos cuenta.

 

"Nuestra desidia y nuestra cobardía tienen la culpa de que el ayer y el mañana sean iguales". ( J. L. Borges ).