El Síndrome de Frégoli es un delirio consistente en la creencia de que una o varias personas conocidas están siendo suplantadas por alguien que utiliza un disfraz o cambia de apariencia.
Este síndrome deriva del actor Leopoldo Frégoli que tenía una notable habilidad para cambiar su apariencia facial. Fue descrito por primera vez en 1927 en un artículo de un periódico, en él describen el caso de una mujer londinense de 27 años, sirviente doméstica y gran aficionada al teatro, que creía estaba siendo perseguida por dos actores que a menudo veía en el teatro. Pensaba que la perseguían tomando la forma de personas que ella conocía y la influían de forma negativa en sus pensamientos y en su conducta (impidiendo que trabajara o obligándola a masturbarse).
Frecuentemente se asocia con un componente paranoide, ya que las personas con este síndrome suelen pensar que el suplantador las persigue para hacerles daño o al menos para perjudicarles. Se relaciona con trastornos como la psicosis, la demencia y las lesiones cerebrales.
-Signos y Síntomas:
- Delirios y episodios alucinatorios.
- Falta de memoria visual.
- Incapacidad de controlarse adecuadamente a sí mismo.
- Falta de conciencia de sí mismo/a.
- Incapacidad para controlar adecuadamente su comportamiento.
- Incapacidad para llevar a cabo un pensamiento abstracto.
- Déficit en la flexibilidad cognitiva.
- Déficit en las funciones ejecutivas.
- Antecedentes de convulsiones.
- Episodios de epilepsia.
La psicosis es una de las causas más frecuentes. Los delirios son uno de los síntomas cardinales de la esquizofrenia y otros trastornos similares. En este caso hablamos de un delirio persecutorio.
Otra causa común son los tratamientos con levodopa, un fármaco que se utiliza en la enfermedad de Parkinson.
Los traumatismos cerebrales pueden provocar la aparición de este síndrome, se han documentado casos en personas con lesiones en el lóbulo frontal, en la región temporo-parietal y en el giro fusiforme , que está implicado en el reconocimiento visual.
Los delirios de falsa identificación consisten en el reconocimiento erróneo de personas, lugares u otros estímulos. Entre estos encontramos otros trastornos parecidos a este síndrome.
El más conocido de estos delirios es el Síndrome de Capgras o delirios de Sosias, en el cual se cree que un ser querido ha sido sustituido por un doble idéntico. Lo más frecuente es que se trate de un delirio persecutorio en que se atribuyen intenciones negativas al supuesto impostor.
En el delirio de inter metamorfosis, descrito también por Courbon, el paciente cree que las personas de su entorno intercambian la identidad, aún manteniendo el mismo aspecto.
El síndrome de los dobles subjetivos consiste en la creencia de que se tiene uno o varios dobles con personalidad y cuerpo propios que usurpan la identidad.
Los tratamientos cognitivos-conductuales para los delirios se centran en la reestructuración cognitiva a través de la normalización de los síntomas, el desafío verbal no confrontador y las pruebas de realidad para combatir las hipótesis de la persona.
En casos de psicosis, inducidas o no por enfermedades cerebrales, los síntomas pueden remitir con el uso de fármacos antipsicóticos.
Los medicamentos anticonvulsivos son eficaces para combatir la epilepsia, incluyendo los síntomas delirantes que pueden producirse en el contexto de la enfermedad.
Alguno de los caso más curiosos son los siguientes:
El caso Betty: Era una mujer de clase trabajadora de Reino Unido que a sus 64 años sufrió un derrame cerebral que le dejó daños cerebrales permanentes.
Después del accidente, ella empezó a pensar que su primo y su nueva novia la seguían de cerca. Ella estaba convencida de que usaban pelucas, gafas oscuras y barbas postizas y que eran capaces de cambiar de edad, de sexo y de cualquier forma en cualquier momento. En un momento su primo y su amante se podían hacer pasar por colegiales, por un anciano con su perro, por mujeres vestidas a la moda...
También estaba segura de que la perseguían con el coche y podían cambiar su pelo y su maquillaje mientras conducían. También se enfrentaba a otros conductores pensando que era su primo con quien una vez había tenido una aventura y lo denunciaba a la policía. Esto sucedía en el año 1985.
El caso de Simón: En un caso más reciente, un chico llamado Simón mostró como el síndrome se puede mostrar en un contexto del siglo XXI. Este joven de 21 años de edad, se había enamorado perdidamente de una chica, pero fue rechazado por ella, entonces se convenció de que todos sus amigos del Facebook eran en realidad la misma chica, que utilizaba una crema facial para disfrazarse . Estaba totalmente convencido de que la chica aún estaba interesado en él.
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